Una casa que nunca duerme.

Una casa que nunca duerme.

La Kosmetikhaus (o Casa de la Cosmética) en Eckwälden, Alemania, es, junto al laboratorio botánico, el alma de Dr. Hauschka. Es un taller para formaciones, un estudio cosmético, un oasis de bienestar. Aquí se forman los esteticistas y los maquilladores profesionales Dr. Hauschka, mientras que los empleados aprenden y practican en talleres sobre maquillaje o cuidados de la piel. Cuidan el hogar y la persona, el exterior al igual que el interior.

Una visita al Kosmetikhaus es como unas vacaciones. Entre prados con caballos, bosques y el jardín de plantas medicinales, uno se siente a gusto. Antiguamente, era Reinhard Schoppmann, químico de Dr. Hauschka, quien vivía tras las puertas de la calle Roßauchert, 2. Hoy, suelos de madera, paredes pintadas, camillas cosméticas, un salón lleno de luz y el amplio espejo de la cafetería dan carácter a la casa. En todas las estancias se respira naturaleza. Y cada material acaricia la piel. Productos Dr. Hauschka, suaves mantas y toallas: todo está listo para disfrutar de un relajante tratamiento cosmético. A través de las ventanas, la vista se pierde en el verde, entre prados y bosques y en los jardines de flores del barrio. Se crea un ambiente idóneo para desconectar. Un entorno maravilloso para nuestros tratamientos.

 

Llegar y dejarse llevar.

La atención plena y la mirada al interior son elementos clave en los tratamientos cosméticos Dr. Hauschka. Para sentir el arte del tacto, trabajamos sin música u otros estímulos del exterior. Tan solo la rotura del cristal al abrir las ampollas, el desenroscado de las cremas o el goteo del agua al escurrir la muselina llenan el espacio. El aura de la casa y su entorno cambia: La gente se sumerge y se olvida del estrés del día a día.

 

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