¿Solo mofletes colorados y sanos o cuperosis incipiente?
La verdad es que «mofletes colorados» suena a cutis fresco y sano en las mejillas. Pero en tu caso se trata de algo diferente: los capilares visibles de la zona de tus mejillas y tu nariz, aislados o formando arañas, enrojecen tu piel. Van acompañados de sequedad y tirantez. A veces van seguidos de escozor y prurito, e incluso nódulos y pústulas. El manto protector de tu piel está visiblemente dañado a consecuencia de un brote de cuperosis o de rosácea.
Si tu piel está enrojecida, Dr. Hauschka te ayuda con naturaleza pura.
Si tu piel presenta cuperosis o rosácea, necesita sobre todo una cosa: una terapia de apoyo que le devuelva su equilibrio. Nuestra cosmética ayudará a tu piel a proveerse mejor de lo que necesita desde dentro y a regenerarse poco a poco. Para ello combinamos naturaleza y alta tecnología. Somos pioneros en cosmética natural, investigadores apasionados y unos frikis de las plantas. Nuestras composiciones llevan las mejores sustancias naturales y plantas medicinales como principios activos. Para tu caso: sobre todo rosa, alchemilla e hipérico.
¿Cómo distinguir entre cuperosis y rosácea?
Ambas afecciones comienzan como rojeces en las zonas de las mejillas y la nariz. Debido a la congestión que se produce, pueden verse capilares rojizos o azulados. En el caso de la cuperosis, lo habitual es que estas rojeces del principio sean solo pasajeras. Aparecen, por ejemplo, cuando vuelves a casa después de un paseo invernal o tras haber disfrutado de una sauna. O si has pedido comida muy picante en el tailandés. Tal vez te pasaste de café al llenar tu taza favorita del desayuno o de vino tinto tu copa de la noche. Quizás estás pasando una fase en la que el estrés se ha convertido en rutina. O simplemente tu producto de cuidado no va contigo. Todo ello contribuye a que los capilares dilatados sigan visibles cada vez durante más tiempo. La sensibilidad y la sequedad de tu piel van en aumento. Se nota tirante, con quemazón y, a veces, picor u hormigueo.
En cuanto a la rosácea las rojeces se mantienen durante todo el proceso desde el principio. En la primera fase afectan sobre todo a la nariz y las mejillas. En la segunda, se suman la frente y otras zonas. Las rojeces se convierten paulatinamente en nódulos y pústulas. Si no tratas tu piel, habrá una tercera fase de rosácea con excrecencias de las glándulas sebáceas. Tu piel se volverá áspera y basta; tus ojos sufrirán sequedad. En los hombres, aparecen con frecuencia nódulos en la nariz, que puede sufrir una transformación típica: «nariz de rosácea» Si tienes rosácea, es imprescindible que la trate un médico especialista. De todos modos, un producto de cuidado apropiado puede ser una buena opción para acompañar el tratamiento.
Cuidado individual para la piel enrojecida de tu rostro.
Hemos preparado para ti un plan de cuidado sencillo que puedes usar todos los días para ayudar a tu piel con cuperosis a encontrar su equilibrio. Para nosotros el día y la noche van inseparablemente unidos, al igual que la inspiración y la espiración.
Rutina complementaria de belleza en caso de cuperosis.
Una rutina de mañana que atenúa las rojeces de la cara.
¿Té o café? ¿Deporte o app de noticias? ¿Meditación o prisas? No sabemos cómo empiezas tú tu día. Pero hemos preparado para ti una rutina tan natural como apta para hacer todos los días. ¡Buenos días, bella!
