Nanopartículas en la Crema solar.
Las partículas más pequeñas con un gran efecto.
Nuestros protectores solares, además de las plantas medicinales, también contienen filtros solares minerales de tamaño nanométrico. ¿Cuál es su efecto y por qué las utilizamos? Leonie Goller, química que forma parte de nuestro departamento de información y seguridad cosmética, responde a estas preguntas.
Leonie: Un nanómetro equivale a la millonésima parte de un milímetro. O, dicho de otro modo: si el cuerpo humano fuera tan grande como la Tierra, las nanopartículas tendrían el tamaño de una naranja.
Las nanopartículas son partículas diminutas de entre 1 y 100 nanómetros. Pero, ¿qué hacen en la Crema solar?
Leonie: Para responder a esa pregunta, en primer lugar hay que saber de qué están compuestas esas nanopartículas. En nuestros productos solares, utilizamos exclusivamente los filtros solares minerales óxido de zinc y dióxido de titanio. Son los únicos filtros solares naturales contenidos en el Reglamento sobre cosméticos, cumplen con los criterios NATRUE para cosmética natural certificada y satisfacen nuestros altos estándares de calidad. Ambos están presentes de forma natural en los minerales de la Tierra, no son activos a nivel hormonal, presentan una muy buena tolerancia en la piel y la protegen inmediatamente tras su aplicación. Los utilizamos en nuestros protectores solares a nivel nanométrico.
¿Qué es exactamente el dióxido de titanio y cómo funciona?
El dióxido de titanio es insoluble en agua y se genera cuando la ilmenita, un mineral natural, se disgrega y se combina con oxígeno. Las nanopartículas de la Crema solar se depositan sobre la piel como un espejo y reflejan la radiación UVA y UVB. Este es, por cierto, el motivo por el que empleamos dos filtros UV minerales diferentes. Para una protección solar integral, la piel debe estar protegida frente a un amplio espectro de radiación UV. Así no solo se previenen las quemaduras solares y el envejecimiento de la piel, sino que también se protege frente a una penetración más profunda de la radiación solar, que puede provocar, por ejemplo, cáncer de piel. El dióxido de titanio y el óxido de zinc cubren ambas necesidades.
Si las nanopartículas están compuestas por filtros solares minerales, ¿son seguras para mi piel?
El dióxido de titanio y el óxido de zinc no pueden penetrar en la piel. Esto se ha demostrado y es válido, incluso, en el caso de pieles dañadas por el sol o delicadas como la de los niños, según ha confirmado el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea (Scientific Committee on Consumer Safety). Las nanopartículas tienen incluso ventajas, en lo referente al efecto de los filtros UV. Cuanto más pequeñas son las partículas, más eficaz es su protección sobre la piel. Además, la Crema solar mineral con nanopartículas se extiende bien sin dejar la piel blanca.
¿Significa esto que las nanopartículas no suponen ningún peligro?
No es posible generalizar, ya que existen nanopartículas con las más diferentes propiedades. Lo que es seguro: las nanopartículas de dióxido de titanio y de óxido de zinc pueden emplearse con plena seguridad en productos cosméticos como los protectores solares.
¿Y qué ocurre con los filtros solares químicos?
De momento, en la UE se han autorizado 29 filtros UV. Entre ellos se encuentran nuestros dos filtros solares minerales, pero también los filtros UV químicos como el octocrileno, la oxibenzona o el octinoxato. Son pequeñas moléculas que penetran en la capa superior de la piel y convierten la radiación UV en calor mediante una reacción química. Sin embargo, de muchos se sospecha que puedan alterar los niveles hormonales o contribuir a las irritaciones de la piel. Los filtros UV químicos también suponen un impacto medioambiental. Por ello, desde 2021, Hawái y Palaos han prohibido las cremas solares con determinados filtros solares químicos.
Un argumento más para decantarse por la cosmética Dr. Hauschka, ¿no es así?
Para mí, la cosmética natural es siempre la mejor elección, no solo por los ingredientes naturales, sino también por nuestra competencia en el ámbito de los solares y los proyectos sociales y ecológicos que hay tras la Crema solar. Además, estoy convencida de que no hay mejor argumento que el de que los filtros UV empleados no penetran en la piel y no suponen, por tanto, ningún peligro. En ese sentido, la ciencia habla por sí sola.
Autor: Julia Freymark
Fotógrafo: Philipp Molter